Niños.
Desarrollo de las senso percepciones y estimulación temprana.
Mucho antes de pensar y expresarse, el ser humano, siente. Esa sensibilidad temprana necesita un buen clima familiar. Los niños sin familia, pero sobretodo cuando la dinámica familiar se altera, sufren seriamente y su desarrollo posterior se afecta. Se conoce la depresión del recién nacido en los cuneros donde carece de afecto y contacto, aunque tenga todos los cuidados. La influencia de los primeros cuidadores y educadores es tan fuerte que se consideran inductores de la personalidad futura. Las separaciones bruscas, mientras mas tempranas, y las insuficiencias o negligencia materna son gravemente perjudiciales. El amor materno y paterno o de quien juega ese papel es tan necesario como los cuidados físicos vitales. Sin ellos el niño muere o enferma física o afectivamente. Sobra recalcar la importancia de la depresión post parto que aleja a la madre del vínculo con el hijo y de la alimentación al seno o cuando es ésta imposible, de sostener amorosamente en los brazos al niño mientras se le alimenta.
Los padres y su afecto son el puente entre el niño sensible y la sociedad. El niño imita y se identifica con la actitud de los padres. El psiquismo del niño, el carácter y la conducta dependen en buena medida no solo de su temperamento sino del de sus padres. No puede disociarse la sensibilidad afectiva y el desarrollo intelectual, es importante que los padres conozcan las etapas de desarrollo para educarlo afectivamente ( educere- educar-inducir- sugestionar- influir), la pobreza afectiva va ligada a menor desarrollo del potencial intelectual.
En los bebés hay un gran potencial de desarrollo ignorado, insospechado que no se manifestará si no encuentra una estimulación temprana; pero si se les pone en circunstancias apropiadas adquieren fácil y placenteramente más capacidades de las que se consideran normales. Moviendo el cuerpo al niño mas de lo normal, y dirigiéndolo para hacerlo se desarrollan mas y mejoran las capacidades neuromotoras. Si se aumentan los estímulos auditivos, visuales, táctiles, del gusto etc. se logra que maduren mejor y se diversifiquen. El período máximo de organización neuronal es de 6 meses de gestación a un año de vida después de nacer posteriormente decrece pero no se detiene a lo largo de la vida. Dar al niño mas estímulos y mas temprano de lo que se creía, primeras semanas de vida postnatal, conduce a mejores resultados. Se basa en ejercicios que estimulan al bebé en sus movimientos y órganos de los sentidos con instrumentos sencillos como sonajas,móviles de colores brillantes arriba de la cuna, acariciarlo con diferentes texturas, hablarle con frecuencia pronunciando correctamente y mirándolo directamente a los ojos, hacerle gimnasia varias veces al día.
En la 2ª o 3ª semana se inicia 1 o 2 horas diarias con juegos y ejercicios fáciles de realizar por los padres. También se puede dividir en varias sesiones de 10 a 15 minutos a lo largo del día, mayor los fines de semana lo que finalmente será una actitud educativa de los padres a lo largo del desarrollo.
No debe nunca presionar ni forzar al niño. Éstos niños duplican el peso al 5º mes de edad, 1 mes antes que los no estimulados, pero la ganancia es de músculo y no grasa. Gozan de buen apetito, son mas activos, y duermen mas tranquilos en sus horarios normales para la edad. Su desarrollo psicomotriz es mayor y 1 mes mas temprano. El sistema nervioso también, con la actividad dirigida se estimula y conecta tempranamente mejorando el desarrollo de la inteligencia. La meta final no es un desarrollo más rápido sino más completo de sus capacidades en ése momento, no es lograr que haga cosas para lo que todavía no está maduro porque lo sobrecarga (estrés) y perjudica su desarrollo global normal. Se trata de estimularlo y que conozca nuevas actividades en forma gradual y de acuerdo a su etapa de desarrollo. Haga que el niño participe activamente en diversos juegos.
Ésto ayuda no solo a niños normales sino también a niños en desventaja por factores de riesgo al nacer por asfixia, prematuros, crisis convulsivas, ictericia, o con problemas respiratorios. Gracias a la mayor plasticidad del cerebro del niño en relación al anciano, se aminora o evitan las secuelas neurológicas de éstos eventos y le ofrecen un mejor desarrollo neuromotor alcanzando al máximo su potencial neurológico y calidad de vida. Evita mayores complicaciones e influye también en la dinámica familiar para que el entorno no se desintegre, logrando que toda la familia participe y aprenda a dar amor, cariño, ternura, comprensión y paciencia al niño afectado también. La tendencia es que los niños con factores de riesgo deben ser tratados en guardería igual que otros niños sin cuidados especiales.
Las experiencias tempranas tienen consecuencias en el desarrollo ulterior.
El crecimiento intelectual es mas rápido en los primeros 3 años y va decreciendo a lo largo del tiempo sin nunca detenerse ni en la vejez. Los primeros 5 años tienen importancia crítica en el desarrollo general pero mas en el intelectual y social. En estudios que han comprobado la utilidad de las intervenciones tempranas se concluye que 1-disminuye los años “reprobados” y la necesidad de clases especiales en escuelas públicas. 2-Mientras más intensos y estructurados los programas desde el punto de vista educativo mayores y mas durables cambios producen. Los intercambios entre adultos y niños de corta edad con sus características de calidad y sensibilidad se transforman en la cultura y personalidad del pequeño. Los educadores hacen énfasis no sólo en el niño y sus padres sino en la interacción y relación entre ellos, tanto en los centros de desarrollo y educativos como en los hogares. Los niños serán el resultado de todas esa inversión de tiempo, amor y energía por parte de los cuidadores, madres, enfermeras, médicos, educadores o maestros.
La estimulación ayuda a la relajación del bebé, lo inicia en el descubrimiento de sí.Activa sus reflejos reforzando sus sistemas en general y permite una mejor interrelación con los padres y cuidadores. éste juego del desarrollo debe ser en base al contacto físico, diálogo cariñoso, recompensas y estímulos evitando por tanto la inmovilidad del bebé y las ansiedades y prisas de los padres. Padres calmados, niños tranquilos.