ADOLESCENTES CON PROBLEMAS.
El adolescente requiere cuidadosa valoración de sus hábitos normales y los no habituales, de las conductas de imitación a los compañeros o padres, de su necesidad de pertenencia al grupo, del uso, abuso y adicciones a drogas legales e ilegales, o francas señales de alarma como vivir en situaciones de riesgo, agresividad o problemas judiciales, accidentes frecuentes, hospitalizaciónes. Sexualidad irresponsable. Escolaridad y universidad con bajo rendimiento, deserción o no progresión , elección inadecuada de pareja y carrera. Inmadurez.
Muchas enfermedades se manifiestan por vez primera en la adolescencia y se confunden con las actitudes normales durante ella. imageLa depresión, la ansiedad o enfermedades como la esquizofrenia o trastorno bipolar en sus inicios pueden pasar desapercibidas o restarle importancia a los síntomas iniciales y deben ser valoradas por Psiquiatras y psicólogos experimentados para no retrasar el diagnostico hasta 10 años, asegurando así el correcto tratamiento temprano que mejora el pronóstico y la rehabilitación adecuada del paciente y que evita el caro dispendio de usar métodos inadecuados, consultar a Psiquiatras no certificados o a psicólogos sin la preparación adecuada en el campo a tratar.
Las enfermedades más frecuentes en la pubertad y la adolescencia son sobretodo el consumo excesivo de drogas legales. Tabaco, alcohol y bebidas estimulantes.
De ellas se derivan muchas conductas problemáticas para las familias.
A veces de las familias provienen serios problemas graves, a los que el adolescente responde con conductas raras o anormales. Por ésto el tratamiento incluye siempre valorar a los padres y personas significativas para el paciente.
En otras son enfermedades no diagnosticadas en la infancia que en forma residual se están manifestando modificadas por la adolescencia vg. el trastorno por déficit de atención que se complica en esta edad si no fue adecuadamente tratado con la búsqueda de estimulantes como el tabaco o la cocaína, o el alcohol como tranquilizante. Es ideal que los padres se interesen en los sentimientos de su hijo y le hagan ver la conveniencia de ser ayudado profesionalmente antes que el problema aumente o sea irremediable. No dejar al adolescente la decisión de ser ayudado o no, es importante no renunciar a la autoridad paterna y materna, el no hacerlo con frecuencia ésto retrasa una pronta intervención y retrasa en varios años la adecuada ayuda.