Contamos con programas de Rehabilitación en Adicciones
“La rehabilitación es necesaria para tener calidad de vida…date la oportunidad de vivir mejor”.
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Casos graves en Psiquiatría.
En Psiquiatría atendemos enfermedades y sus efectos, entre otros, casos graves como son: Violencia verbal o física, peligrosa para sí o para otros. Amenazas ideación o intento de auto daño o suicidio. Agitación extrema. Descontrol de las emociones o los actos. Pensamientos irracionales. Pérdida de contacto con la realidad como en la psicosis por enfermedades y la Intoxicación aguda (psicosis también) con drogas legales o ilegales.
Éstos pacientes deben ser hospitalizados, en una clínica normal o en un instituto privado de salud mental, no más de 2-3 semanas. Idealmente debemos contar con un adulto que debe tener la autoridad suficiente sobre el paciente para convencerlo en caso de que no quiera de ser internado pero sea indispensable. Lograr que se interne por voluntad propia para tratamiento es lo ideal, pero no debe dársele al paciente la opción de no hacerlo porque en sus condiciones no tiene la capacidad de elegir. Su enfermedad lo inhabilita para eso.
Si el paciente es renuente a recibir ayuda, la 1ª entrevista debe ser con la familia interesada en ayudarlo, para elaborar un plan de ayuda eficaz y no tener que forzarlo al internamiento. El no internarse y no tratarlo a tiempo, puede provocar problemas más graves de salud, legales o daños físicos irreversibles, a otros o a sí mismo y en el extremo un irremediable suicidio.
Si el paciente tiene alguna conciencia de enfermedad, una intervención con la familia y el paciente está indicada, el psiquiatra experto, en ese primer contacto valorará la situación, el estado mental y si se puede iniciará el tratamiento con la anuencia o cooperación aunque sea parcial del paciente.
Antes de intentar solucionar el problema de fondo, el paciente debe ser puesto en condiciones físicas y mentales de cooperación con los métodos médico psiquiátricos adecuados, por ejemplo, la desintoxicación de alguna droga, el control de la violencia con sedación, de las obsesiones y compulsiones graves o de la psicosis con la medicación apropiada.
Cuando ya se ha controlado el cuadro grave y no hay peligro de recaída, es cuando puede entonces regresar el paciente a su casa en donde los familiares habilitados e informados por el médico lo atenderán, o bien se traslada a una estancia de medio camino o de día y noche, por tiempo limitado. No debe la familia cometer el error de discontinuar el tratamiento en el momento del alta de la clínica u hospital inicial, a los primeros signos de mejoría o cordura, pues ésta puede ser fingida por el paciente para lograr su alta o ceder a que el paciente no continúe su tratamiento con la promesa (sobretodo en adictos) de que hará un esfuerzo de voluntad para mejorar, pues generalmente aunque sea sincero, propicia recaídas pues el cerebro necesita meses para deshabituarse a una droga.
Ninguna enfermedad mejora con fuerza de voluntad, por mas grande que ésta sea, piense en cualquier otro órgano del cuerpo diferente del cerebro, o en una infección grave y se dará cuenta de lo absurdo del planteamiento. Aunque la buena voluntad sí ayuda a lograr mejor evolución y mejor efecto de los medicamentos debe ser unido a un buen cumplimiento; es por ésto que debe pedirle al paciente tenga buena voluntad para ser ayudado, en vez de fuerza de voluntad para suspender los medicamentos y suspender el tratamiento como erróneamente sucede.